Crítica/ LA GUERRA, EN PLANOS-SECUENCIA
- Albert Harari
- 24 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Crítica - "1917" (2019), de Sam Mendes
Alberto Harari

Sam Mendes, responsable de dirigir Belleza americana, Camino a la perdición, Skyfall y Spectre, aborda una pequeña historia durante la Primera guerra mundial y presenta una peligrosa travesía de dos soldados ingleses. Pero esta pequeña historia se cuenta de manera grandilocuente y arriesgada, pretendiendo exponerla a través de 2 larguísimos planos-secuencia, constituyendo 2 horas de acción y drama de gran intensidad.
La película vale más por su parte técnica que por su historia, que, a mi parecer, se ve desplazada por la primera: la elección de contar todo en plano-secuencia resiente al argumento, que no es más que la odisea (casi) en tiempo real de un soldado por llegar de un lado a otro con una importante misión.
Es cierto que, a pesar de lo apuntado sobre la simpleza del relato, el interés no decae. Pero lo que se muestra se parece más a un videojuego en el que el protagonista debe sortear escenarios diversos para llegar a destino. La inclusión de la escena con el bebé y la mujer, la de la lucha cuerpo a cuerpo con el soldado alemán, la de la camioneta que se empantana... todas parecen pantallas de videojuego que hacen interactuar al personaje y descubrir datos sobre su destino para avanzar al punto siguiente hasta lograr (o no) su objetivo. Quitarlas o agregar otras distintas daría exactamente igual, porque no contribuyen de manera esencial en la trama.
Hubiera sido justo que Mendes recogiera su estatuilla por dirigir esta obra que entretiene pero que no emociona desde lo dramático.
La elección de los dos protagonistas es muy acertada, especialmente el británico George MacKay. El director demuestra enorme virtuosismo en realizar tamaña proeza cinematográfica, saliendo muy airoso por la espectacularidad de las imágenes. El diseño de producción nos mete de lleno en escenarios en ruinas, oscuras cavernas, empinadas cascadas, campo abierto, calles destruidas, angostas trincheras, viviendo junto al personaje su camino lleno de escollos. La dirección de fotografía cumple un papel fundamental por lo referido al complejo estilo visual elegido por Mendes.
1917 fue una de las preferidas para los Oscars, con 10 nominaciones (película, director, fotografía, maquillaje y peinado, diseño de producción, guion, mezcla y edición de sonido, FX y banda sonora), y hubiera sido justo que Mendes recogiera su estatuilla por dirigir esta obra que entretiene pero que no emociona desde lo dramático, a pesar de contener situaciones que ameritarían la lágrima del espectador.
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